domingo, 22 de junio de 2014

Homosexual antes que homófobo

"Nos manifestamos por quienes no pueden" es el lema del Orgullo de Madrid 2014.
"Derechos humanos internacionales: LGTB libres e iguales" es el lema del Orgullo de Valencia.
¿Y todavía hay gente que se cuestiona la necesidad de celebrar la fiesta o la manifestación del Orgullo? 
Tan sólo hay que echar un vistazo a nuestro alrededor para comprobar que sigue siendo necesaria esta celebración. En 76 países se te castiga, incluso con la pena de muerte, si no eres heterosexual. La homosexualidad es un delito en muchas partes del mundo. 
¿Hacen falta más razones para celebrar el Orgullo?

Víctimas de la homofobia, bifobia o transfobia que son silenciadas, asesinadas... Ante estas situaciones hemos de gritar bien alto, aquellos que podemos, que ser homosexual no es ningún delito. 
Y con estas últimas elecciones europeas, diferentes entidades y colectivos han pedido a los representantes que, realmente, estén comprometidos con la igualdad.
Ya está bien de hipocresía, de palabras, de doble moral, de desigualdad, de falta de respeto!
Pero, ¿quién se cree aquél que castiga a las personas LGTB? Lo único que demuestra es ser un homófobo, es decir, un enfermo.
Sigamos escribiendo la palabra SOS, sigamos manifestándonos, sigamos celebrando la fiesta del Orgullo, sigamos exigiendo igualdad. En definitiva, sigamos con la lucha en un contexto festivo.
Y ya está bien de representantes de Dios en la Tierra que agreden verbalmente a los homosexuales.
Ya está bien de psicólogos que siguen hablando de "curar la homosexualidad", pasando por encima de la OMS que desde 1990 dejó muy claro que la homosexualidad no es una enfermedad. Es más, desde hace muchos años atrás, desde 1973, la comunidad científica internacional así lo considera.
¿Quién es el enfermo? 
¿Yo por ser homosexual o usted por ser un homófobo?

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